Odaiba

 20 de enero de 2024

Hoy es nuestro último día en Tokio y queremos ver unos museos diferentes en la isla de Odaiba. Caminamos 15 minutos hasta la estación de Ryogoku que es gratis con nuestro pase JR. Al lado de la estación está la arena de Sumo y por los alrededores podíamos ver luchadores llegando. No pudimos entrar porque las entradas estaban agotadas. Cogimos el tren hasta akihabara y desde ahí la línea yamanote hasta Shimbashi donde cambiamos a la línea Yurikamome, que no está incluida en nuestro pase. Esta línea sin conductor va sobre ruedas de goma, y atraviesa el puente arcoíris hasta llegar a Odaiba. Esta isla artificial en la bahía de Tokio se construyó para defensa de ataques navales en 1853. En los años 90 se convirtió en lo que es hoy, un distrito comercial, financiero y residencial. 

Al bajarnos del tren nos encontramos con una réplica de la estatua de la libertad de Paris, y de fondo el puente arcoíris. Bajamos a la playa para tocar las aguas del Pacífico, y seguimos caminando hasta el museo Miraikan o museo del futuro. En este museo hay varias exposiciones interactivas sobre robótica, ciencia, medio ambiente e incluso una réplica de un módulo de la estación espacial. Entramos al Domo para ver una proyección  del hombre y las 9 dimensiones. No se podía hacer fotos y con los asientos reclinados mirando hacia el techo casi nos quedamos dormidos. 

Saliendo del Domo estaba el restaurante así que aprovechamos para comer porque era la una de la tarde. Xavi quería comer curri y era uno de los platos del menú. Continuamos viendo la exposición y casi una hora después salimos hacia el museo Unko que estaba dentro del centro comercial. 

Estaba lloviendo un poco pero igualmente nos quedamos a esperar el espectáculo de Gundam unicornio, un robot enorme que está fuera del centro comercial. El robot movió algunas de sus partes, encendió luces y habló un poco en menos de un minuto, un poco decepcionante.

Entramos al Museo Unko, que significa museo de la caca. No es para ver inodoros ni cacas reales sino cacas de colores. 💩 es bastante divertido aunque infantil. Te sientan en un inodoro y tienes que hacer como que pujas y al levantarte tienes una caca de colores que te llevas de recuerdo. Hay varias salas con juegos y sitios para hacerte fotos. 

Volvimos a coger el tren para ir al Team Labs Planets, pero lo cogimos en sentido contrario y nos dimos cuenta cuando ya habíamos pasado el puente. Nos bajamos para ir en la dirección correcta y casi media hora después llegamos a este museo de luces interactivas. Había muchísima gente y ya no quedaban entradas hasta dos horas después, cerca de las ocho de la noche, así que nos fuimos de vuelta en el tren hasta el centro de Tokio. 

Caminamos desde la estación de Shimbashi hasta la torre de Tokio, que es otra torre de comunicaciones de 332 metros, la segunda más alta de Japón e inspirada en la torre Eiffel. Al llegar empezó a llover nuevamente, así que nos hicimos una foto y volvimos en metro al hotel. Daban lluvia para las próximas horas y aún teníamos que hacer las maletas. 

Teníamos intención de cenar en un restaurante delante del hotel pero era de ramen y a Xavi no le gustó mucho cuando lo probó el día anterior pues es una sopa. Unas calles más adelante encontramos un restaurante chino y decidimos quedarnos allí. Comimos unos fideos con verduras y huevo, unas gyozas y una carne con pimientos.

Volvimos al hotel a preparar las maletas porque teníamos que madrugar al siguiente día para ir al aeropuerto. Nos quedamos con ganas de ver más cosas y no volver a casa aún, pero se han acabado las vacaciones. 😎 




































Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog